Una maldición eterna
Si desaparece una biblioteca, millones de bocas enmudecen. Las hadas se escapan a los bosques y los duendes huyen a las raices de los árboles. Los niños se vuelven grises y la luna llora lágrimas de viento.
Hay una maldición antigua que dice: aquel que se atreve a cerrar una biblioteca pierde para siempre la capacidad de soñar y su alma se vuelve una hoja en blanco. En esa hoja descolorida escriben eternamente los poetas y cada una de las letras que se dibujan en ella, es un alfiler que se clava en el corazón del que puso en negro los muros de la biblioteca y en toda su descendencia, por toda la eternidad y hasta el final de los tiempos. (Guarda de las Palabras)
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