viernes, 12 de marzo de 2021

 

Tal día como hoy muró un gran escritor


Biografía de Miguel Delibes

Escritor y periodista español, Miguel Delibes ocupó durante muchos años el sillón de la "e minúscula" en la Real Academia de la lengua Española. Es considerado uno de los escritores españoles más importantes del siglo XX.

Estudió derecho y empezó muy joven a ejercer como periodista. En 1947 ganó con su primera novela La sombra del ciprés es alargada el Premio Nadal. A partir de ahí su carrera literaria se desarrolló jalonada de éxitos al mismo tiempo que trabajaba como director del periódico El norte de Castilla.

De entre todas sus obras destacan títulos como Cinco horas con Mario (1966), reflejo de las contradicciones dentro de la clase media franquista, y Los santos inocentes (1982), obra en la que perfiló de manera magistral el mundo rural de Castilla. Esta novela fue llevada al cine con gran éxito por el director Mario Camus.

En muchas de sus obras se destaca una de sus grandes aficiones, la caza, como en Diario de un cazador, novela por la que recibiría el Premio Nacional de Literatura en 1966.

Con su última novela El hereje (1998) consiguió otro Premio Nacional de Narrativa. A partir de entonces publicó varios libros en los que recopiló su trabajo periodístico, casi siempre dedicado a Valladolid y a la zona de Castilla.

Fue propuesto en diversas ocasiones al Premio Nobel de Literatura, y recibió menciones tan importantes como el Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Cervantes.

miércoles, 10 de marzo de 2021

 Tal día como hoy nace

Duque de Rivas
(Ángel de Saavedra, duque de Rivas; Córdoba, 1791 - Madrid, 1865) Poeta y dramaturgo español cuya obra es considerada emblemática del romanticismo hispano. De ideas liberales, luchó contra los franceses en la guerra de independencia y más tarde contra el absolutismo de Fernando VII, por lo que tuvo que exiliarse a Malta. Estas experiencias inspiraron algunos de sus poemas, como Con once heridas mortales, al modo de los antiguos romances pastoriles. Bajo la influencia de su amigo Manuel José Quintana y de la estética entonces dominante, sus primeros versos (reunidos en Poesías, 1813) y obras teatrales, como Ataúlfo (1814) y Lanuza (1822), se encuadraban dentro del orden neoclásico. Sin embargo, durante su exilio maltés conoció la obra de William Shakespeare, Walter Scott y Lord Byron y se adscribió a la corriente romántica con los poemas El desterrado y El sueño del proscrito (1824), y El faro de Malta (1828).
Ángel de Saavedra, duque de Rivas
Vivió en Francia de 1830 a 1834, año en que pudo regresar a España y heredar el título nobiliario y una gran fortuna. Inició entonces su evolución hacia el ideario conservador. Tras los sucesos de La Granja, renunció a su cartera de Gobernación y se exilió en Lisboa. De esta época son sus obras más representativas: El moro expósito o Córdoba y Burgos en el siglo XI (1834), «leyenda en doce romances» sobre el tema de los infantes de Lara y el bastardo Mudarra que es considerada pieza fundacional del romanticismo en España, y el drama en prosa y verso Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), cuyo estreno conoció un estruendoso éxito que recuerda el que en Francia había obtenido Victor Hugo con su Hernani.
Don Álvaro o la fuerza del sino inauguró el teatro romántico español y con ello el teatro moderno en España. En esta obra aparecen todos los elementos típicos del romanticismo, como la melancolía o el pesimismo, y se desarrolla un tema característico: el del hombre arrastrado a la desgracia por un destino contra el que su voluntad nada puede hacer. Los principios románticos de fatalidad y rebeldía surgen, como en la tragedia clásica, como expresiones de un sistema social y acaso cósmico determinado por la injusticia como trasunto del destino, el cual, como fuerza irresistible fruto de la misteriosa combinación de azar y necesidad, gobierna los actos de los personajes.
Con posterioridad, el duque de Rivas fue embajador en Nápoles (1846) y en París (1859), y director de la Real Academia Española. De su última etapa son la comedia Tanto vales cuanto tienes (1840), el drama El desengaño de un sueño (1842) y el estudio histórico Historia de la sublevación de Nápoles (1848). En 1841 publicó sus Romances históricos: destaca de esta colección de sesenta y nueve romances un gusto por lo decorativo y descriptivo, por las sensaciones casi pictóricas en las que se reconocía su afición por este arte, del que llegó a ser un notable maestro, así como la variedad temática. De entre los de ambiente medieval merecen mencionarse romances como Don Álvaro de Luna y Una antigualla en Sevilla; otros se sitúan en la época de los Austrias: Un castellano leal, Una noche en Madrid, Recuerdos de un gran hombre, El mayor desengaño y El Conde de Villamediana. Escribió también por esos años algunas leyendas románticas al estilo de Zorrilla, pero con menor soltura, como La azucena milagrosa (1847).
Puede ser una imagen de una persona y fresa

 


miércoles, 3 de marzo de 2021

 


Hoy dedicamos nuestro mes de la mujer una gran Emperatriz.EMPERATRIZ CONSORTE JINGŪ (169-269)
Políticas
La leyenda cuenta que en un tiempo en que las guerras se sucedían en el Japón feudal y las luchas entre clanes dejaban pueblos enteros vacíos de hombres, la Emperatriz Okinaga -conocida póstumamente como la Emperatriz Consorte Jingū- alcanzó la fama cuando se convirtió en una de las primeras onna-bugeisha del país asiático luego de la muerte de su marido.
Las onna-bugeisha, o mujeres samurais, fueron un pequeño grupo de guerreras japonesas, pertenecientes a la elevada clase bushi, que se iniciaron en el arte de manejar las armas y luchar con la finalidad de proteger sus casas, familias y el honor en tiempos de guerra.
En ese contexto, Okinaga fue la esposa del Emperador Chūai y tras su muerte en 209, fue ella quien ocupó el puesto de regente y líder hasta el ascenso de su hijo, Ōjin Tennō. A punto de dar a luz, se vistió con la ropa de su esposo muerto, tomó unas piedras y las puso alrededor de su cintura -con el fin de retrasar el parto- y derrotó no sólo a los rebeldes, sino que dirigió a su ejército al Mar de Japón para conquistar nuevas tierras.
Las crónicas la describen como una reina chamánica, que ocupaba la brujería y hechizaba a las personas. Dicen que los dioses hablaron con la Emperatriz para que, siguiendo las indicaciones del oráculo, liderara el ejército con el fin de invadir el reino del Oeste, identificado como el Reino de Silla en el suroeste de Corea.
En aquel entonces se consideraba que las mujeres eran más propensas a conectar con los espíritus y, como consecuencia, también para poder expulsar a los espíritus malignos molestos. Y dado que tenían igualdad de acceso a la esfera espiritual, también tenían la misma igualdad en la esfera política.
Alrededor de la Emperatriz Okinaga, o la Emperatriz Consorte Jingū, giran decenas de mitos. Depende si provienen de los chinos, japoneses o coreanos; pero en lo que todos confluyen es que la Emperatriz fue una mujer fuerte, aguerrida, que luchó contra rebeldes, traspasó fronteras, conquistó otras tierras y se mantuvo en el trono hasta el ascenso de su hijo.

martes, 2 de marzo de 2021

 CATALINA LA GRANDE EMPERATRIZ

(2 de mayo 1729-17 de noviembre 1796 RUSIA)
Había una vez una reina que sentía desprecio por su esposo.
Se llamaba Catalina y su esposo, Pedro, era emperador de Rusia. Los rusos consideraban que el emperador era malvado y arrogante.
.Catalina sabía que ella sería mejor gobernante de su patria. Lo único que necesitaba era encontrar la manera de reemplazar a su marido.
Seis meses después de haber sido nombrado emperador, Pedro se tomó unas vacaciones y se fue sin Catalina. Ella vio ahí su oportunidad. Dio un discurso inspirador a los soldados reales y los convenció de ponerse de su lado. Dejaron de ser leales a Pedro para ser leales a Catalina, y un sacerdote la declaró el nuevo gobernante de Rusia. Al poco tiempo se mandó hacer una magnífica corona que estuviera a su altura.
Una de las primeras cosas que hizo como emperadora fue mandar arrestar y encarcelar a su esposo.
Los alfareros de la magnífica corona de Catalina tardaron dos meses en terminarla. Estaba hecha de oro y plata, y tenía 4 936 diamantes, setenta y cinco perlas y un enorme rubí hasta arriba.
Durante su reinado, Catalina extendió el Imperio ruso al ganar varias guerras y sofocar revueltas.
Mucha gente la envidiaba por ser una mujer tan poderosa.
Decían cosas horribles de ella a sus espaldas mientras estaba viva, y cuando murió empezaron a decir que debió haberse caído por el excusado. De hecho, Catalina murió en su cama y fue enterrada en una suntuosa tumba de oro en la catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo.
“soy una de esas personas que adoran el porqué de las cosas” CATALINA LA GRANDE
Puede ser una imagen de una persona